Partiendo de las lecturas de Beatriz Borgas: La sistematización de experiencias como estrategia de formación: hacia una práctica reflexiva y Orientaciones para sistematizar experiencias, ambas en relación a la sistematización de experiencias y de mi práctica educativa, puedo concluir que el conocer los elementos que debe de llevar una narración sistematizada contribuye a presentar a los lectores de manera clara las experiencias que considero significativas en lo personal, dándole sentido, pero sobre todo plasmando los resultados y el aprendizaje obtenido permitiendo con ello al narrarlo reflexionar sobre mi práctica educativa a la vez que se permite la reflexión crítica de los lectores.
Tal es así que el día 28 de marzo al realizar la actividad solicitada por la Mtra. Alejandra donde nos pidió hacer una narración en relación a la primera parte de la sesión de clases y leerla ante mis compañeros de la Maestría, me percate de que soy muy concreta al relatar experiencias, omitiendo lo subjetivo, aspecto puntualizado por la Maestra, lo cual para posteriores narraciones con el fin de sistematizarlas he de tomar en cuenta.
Creo que el desconocer lo que realmente significaba sistematizar y no llevar a la práctica elementos tan importantes como lo son el diario de campo o una Bitácora de actividades me limitaba para hacer una narración con los elementos que marca la autora, tales como el qué, por qué, cuándo, cómo, quienes y donde se realiza la experiencia relatada, aspectos importantes a considerar ya que cuando respondemos a estas interrogantes, estamos redactando el informe de la experiencia y poniendo a la vez el sello distintivo del escritor.
La lectura de éstos dos textos y la experiencia de realizar una narración de manera sorpresiva, -ya que no sabíamos que la íbamos a realizar- y a la vez, el acudir a mi memoria para llevar a cabo la narración, así como el escuchar las narraciones de mis compañeros y los comentarios realizados en ese día, me ayudo a en lo sucesivo tomar notas de los aspectos que considero importantes en mi práctica profesional.
Tal es así que el día 28 de marzo al realizar la actividad solicitada por la Mtra. Alejandra donde nos pidió hacer una narración en relación a la primera parte de la sesión de clases y leerla ante mis compañeros de la Maestría, me percate de que soy muy concreta al relatar experiencias, omitiendo lo subjetivo, aspecto puntualizado por la Maestra, lo cual para posteriores narraciones con el fin de sistematizarlas he de tomar en cuenta.
Creo que el desconocer lo que realmente significaba sistematizar y no llevar a la práctica elementos tan importantes como lo son el diario de campo o una Bitácora de actividades me limitaba para hacer una narración con los elementos que marca la autora, tales como el qué, por qué, cuándo, cómo, quienes y donde se realiza la experiencia relatada, aspectos importantes a considerar ya que cuando respondemos a estas interrogantes, estamos redactando el informe de la experiencia y poniendo a la vez el sello distintivo del escritor.
La lectura de éstos dos textos y la experiencia de realizar una narración de manera sorpresiva, -ya que no sabíamos que la íbamos a realizar- y a la vez, el acudir a mi memoria para llevar a cabo la narración, así como el escuchar las narraciones de mis compañeros y los comentarios realizados en ese día, me ayudo a en lo sucesivo tomar notas de los aspectos que considero importantes en mi práctica profesional.